lunes, 16 de septiembre de 2013

DARIUS

En Grecia, a principios del siglo v a.c, vivía un joven llamado Darius.

          Darius, junto a su familia, habitaba en una casa humilde de construcción precaria, de la cual se podía percibir ese característico olor a humedad proveniente de la poca ventilación. Ello era así porque no tenía ventanas, solo contaba con una puerta; el piso estaba en desnivel y una sola habitación era suficiente para dormir. Esta pequeña casa quedaba a varios kilómetros de lo que hoy es Atenas.
        
           Darius, todos los días viajaba hacia Atenas en su caballo llamado Olimpo, a fin de pedir dinero en la calle porque debía ayudar a sus padres a alimentar a sus hermanos. Algunos días de mala suerte, el joven era atacado por ladrones, quienes le arrebataban lo poco que recaudaba. También, cuando su dinero estaba en su bolsillo, al caminar perdía todo su dinero. 
        
           Pero un día, su suerte cambio; cuando estaba sentado a con costado del camino, se acercó un general y le propuso integrar el ejército activo de Atenas.
        
          Fueron meses duros de entrenamientos, aprendió a usar escudos lanzas y espadas, lo que le permitió participar en batallas.
        
          Con los años, Darius, por ser un buen soldado llego a ser propietario de tierras y pudo hacer así, que su familia trabajara en ellas.
        
          Fue tan buena su vida que, al llegar a los 60 años se convirtió en un árbitro público ateniense.

FIN



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