Había transcurrido un mes desde que le dueño del cuendú lo había dejado en el zoológico.
Se podía observar que este pequeño
ser se volvía aún más retraído, porque
no recibía los cuidados que le brindaban en la casa de su dueño.
El cuendú había sido depositado en
una pequeña jaula, la que se ubicaba en la parte trasera del zoológico. Junto a su jaula, estaba instalada la jaula de un
extraño ave, llamado kiwi.
Después de varios meses, llegó el verano, por lo cual el zoológico recibía
la visita de muchos turistas.
Los visitantes pasaban frente a la
jaula del cuendú, pero nadie se interesaba en él. Pero en un día soleado, un
niño se perdió en el zoológico;
—
¿Dónde estarán mis padres?— se desesperó.
El niño, para poder encontrar a su familia, recorrió todo el zoológico,
hasta que descubrió la jaula en la que dormitaba el cuendú.
—
¿Qué será esto?—se preguntó intrigado.
El chico, no podía ocultar su curiosidad, por lo que permaneció observándolo
cuidadosa y detalladamente, a este
extraño animalito. En ese instante, sus padres lo vieron.
—
¡Hijo mío, al fin te encontramos!— dijo la madre,
con mucha felicidad y alivio.
Toda la familia, corrió al encuentro del niño perdido. Allí fue cuando el
niño, les mostró a todos, el hermoso
animal que había descubierto.
Desde entonces, la gente comenzó a descubrir la ternura que poseía el cuendú y
por ello, paso a ser uno de los animales preferidos de los visitantes. Visto esto,
el director del zoológico, consideró que
la decisión más conveniente, era trasladar la jaula del cuendú, al punto
central del zoológico.
FIN.
FIN.
Mucho mejor, Mica. Fijate que todavía falta algún tilde y hay algún error de tipeo. Y en donde dice "de un extraño ave, llamado kiwi." debería decir: "de una extraña ave llamada kiwi."
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